La Muerte

La Muerte no es el final, es el renacer. En la carta, un esqueleto, símbolo de lo inevitable, sostiene una guadaña que corta con precisión lo que ya no sirve. Bajo sus pies, restos de un pasado caen al suelo, mientras en el horizonte asoma un sol naciente, prometiendo un nuevo comienzo. La Muerte no pide permiso, llega como un ciclo natural, como la noche que precede al día. Es el cambio absoluto, la transformación que no se puede evitar.

Esta carta simboliza los finales necesarios, las transiciones que abren espacio para algo nuevo. Nos recuerda que aferrarse a lo que ya no tiene vida es negar el crecimiento. En La Muerte no hay castigo, solo evolución, una invitación a soltar lo que pesa para caminar más livianos hacia lo desconocido. Su mensaje no es el temor, sino la liberación.

“La Muerte no destruye, transforma. Es la semilla que espera germinar en el suelo fértil del cambio.”

En una lectura, La Muerte indica el final de un ciclo, transformación profunda y la posibilidad de renacer. Es una carta de cambios inevitables y necesarios. Invertida, puede señalar resistencia al cambio, miedo a lo desconocido o estancamiento en una situación que necesita cerrarse.

PALABRAS CLAVE – POSICIÓN DERECHA:
  • Transformación
  • Renacimiento
  • Cambio
  • Finales necesarios
  • Evolución
PALABRAS CLAVE – POSICIÓN INVERTIDA:
  • Resistencia al cambio
  • Miedo a lo desconocido
  • Estancamiento
  • Negación
  • Falta de evolución